Hace poco después de ingerir unos tres expresos, y después de haberme aburrido de jugar Farmville, tuve una epifanía.
Me propuse hacer un pequeño resumen de los defectos técnicos que he notado en el vapuleado futbol salvadoreño.
En El Salvador en cambio, ésa es una característica muy poco desarrollada. Me atrevería a decir que el tiempo efectivo de juego por partido ronda los 45 minutos; el resto son jugadas estacionarias, faltas (fingidas o reales), o simplemente el balón está fuera del terreno de juego. -Éso sin mencionar alguna que otra polémica que pueda surgir.
¿Porqué és grave éste defecto? -Simple: cuando el jugador salvadoreño se acostumbra a que el juego se detenga cada dos minutos, su capacidad cardio vascular tiene más tiempo de recuperación (descansa más pues); además la mente funciona más lento y el jugador se mal acostumbra a pausar el juego a cada momento. Cuando el jugador salvadoreño sale al extranjero, se encuentra con que los arbitros no pausan el partido a cada rato, nos cansamos más rápido al jugar a otro ritmo, el rival no saca el balón a cada rato y hasta lanza contraataques con más frecuencia y eficiencia.
Éste defecto es el más notorio y el más grave.
Si el balón se mantiene corriéndo más tiempo, el público disfruta más el espectáculo, los jugadores se dedican a jugar y no a hacer payasadas para el referi y por ende el nivel de los jugadores mejora, se reducen las amonestaciones, y ¿quien sabe? a lo mejor hayan más y mejores goles.
Desde los años del gran Raúl Ignacio Díaz Arce no vemos en El Salvador a un gran cabeceador, y éso es alarmante.
Uno podría decir que se debe a que nuestros jugadores no son muy altos; pero es el mismo "Toto" Díaz Arce quien refuta ésa idea. Además en nuestro futbol actual, hay jugadores cuya estatura ronda fácilmente el 1.80 y éso no los hace buenos cabeceadores. ¿Y qué decir de Messi, que ha metido sendos golazos de cabeza?
La clave entonces debería estar en el "timing", el resorteo, la técnica y obviamente el oportunismo.
¿Qué más se puede decir? En éste aspecto son los directores técnicos los que tienen la responsabilidad.
Me da tristeza ver un tiro libre, tiro de esquina y ver a los jugadores desperdiciar la jugada simplemente por no hacer algo distinto, o por ponerse improvisar o simplemente por hacer la pantomima de ir a buscar el balón sin buscarlo realmente.
Todo equipo que aspire a campeonizar debe tener algunas jugadas en la chistera, señales, guiños, amagues, que demuestren que hay una jugada planeada.
Osea, jamás vemos algo así:
No hay regate.
El futbolista salvadoreño en general, salvo muy escasas excepciones, no sabe regatear.
Así de simple.
Por éso muchas veces es el juego de "toque a ras de grama" lo que nos funciona mejor.
Muchos de nosotros hemos visto a Rudis Corrales correr 40 mts. ganar el balón y luego!!!... jugar hacia atrás o perder el balón.
Éso puede tener muchas causas. Podría ser falta de talento, habilidad y/o técnica. Pero lo que pesa más es la falta de coraje, ésa mediocridad de carácter impide que un jugador ni siquiera intente regatear al rival.
Por éso admiro tanto al "mágico" que se hubiera gambeteado al réferi si se le hubiera puesto enfrente.
Una manera de corregir éste defecto, es jugar futbol sala o jugar "uno contra uno" en espacios reducidos durante los entrenamientos.
Éste defecto se produce cuando el jugador está acostumbrado a jugar en canchas grandes (reglamentarias), canchas bastante rústicas.
Si saben hacer un buen cambio de juego desde una banda hasta la otra.
Si saben rematar de larga distancia con mala puntería, pero con potencia.
Si saben despejar el balón y rechazarlo.
Pero no saben hacer una vaselina, un taco, una "macheteada", controlar de primera, y a veces les es difícil devolver una simple pared.
Es lo que yo llamo tener "pies pesados" y la mayoría de jugadores salvadoreños tienen éste defecto y es lo que casi siempre les impide definir y anotar un gol.
Arturo Álvarez de la selección salvadoreña no tiene éste defecto. Tiene toque fino y se nota. Éso se debe a la clase de canchas en las que el jugador se ha formado.
Para "afinar" a un jugador, nada mejor que el futbol sala.
Son los defectos más grandes que veo en nuestro futbol y en nuestros futbolistas.
Me propuse hacer un pequeño resumen de los defectos técnicos que he notado en el vapuleado futbol salvadoreño.
Tiempo efectivo de juego.
Una de las cualidades del fútbol moderno, es su velocidad.En El Salvador en cambio, ésa es una característica muy poco desarrollada. Me atrevería a decir que el tiempo efectivo de juego por partido ronda los 45 minutos; el resto son jugadas estacionarias, faltas (fingidas o reales), o simplemente el balón está fuera del terreno de juego. -Éso sin mencionar alguna que otra polémica que pueda surgir.
¿Porqué és grave éste defecto? -Simple: cuando el jugador salvadoreño se acostumbra a que el juego se detenga cada dos minutos, su capacidad cardio vascular tiene más tiempo de recuperación (descansa más pues); además la mente funciona más lento y el jugador se mal acostumbra a pausar el juego a cada momento. Cuando el jugador salvadoreño sale al extranjero, se encuentra con que los arbitros no pausan el partido a cada rato, nos cansamos más rápido al jugar a otro ritmo, el rival no saca el balón a cada rato y hasta lanza contraataques con más frecuencia y eficiencia.
Éste defecto es el más notorio y el más grave.
Si el balón se mantiene corriéndo más tiempo, el público disfruta más el espectáculo, los jugadores se dedican a jugar y no a hacer payasadas para el referi y por ende el nivel de los jugadores mejora, se reducen las amonestaciones, y ¿quien sabe? a lo mejor hayan más y mejores goles.
Nulo juego aéreo.
He tratado de buscarle una explicación a ésto por mucho tiempo pero no me lo explico.Desde los años del gran Raúl Ignacio Díaz Arce no vemos en El Salvador a un gran cabeceador, y éso es alarmante.
Uno podría decir que se debe a que nuestros jugadores no son muy altos; pero es el mismo "Toto" Díaz Arce quien refuta ésa idea. Además en nuestro futbol actual, hay jugadores cuya estatura ronda fácilmente el 1.80 y éso no los hace buenos cabeceadores. ¿Y qué decir de Messi, que ha metido sendos golazos de cabeza?
La clave entonces debería estar en el "timing", el resorteo, la técnica y obviamente el oportunismo.
Me da tristeza ver un tiro libre, tiro de esquina y ver a los jugadores desperdiciar la jugada simplemente por no hacer algo distinto, o por ponerse improvisar o simplemente por hacer la pantomima de ir a buscar el balón sin buscarlo realmente.
Todo equipo que aspire a campeonizar debe tener algunas jugadas en la chistera, señales, guiños, amagues, que demuestren que hay una jugada planeada.
Osea, jamás vemos algo así:
No hay regate.
Así de simple.
Por éso muchas veces es el juego de "toque a ras de grama" lo que nos funciona mejor.
Muchos de nosotros hemos visto a Rudis Corrales correr 40 mts. ganar el balón y luego!!!... jugar hacia atrás o perder el balón.
Éso puede tener muchas causas. Podría ser falta de talento, habilidad y/o técnica. Pero lo que pesa más es la falta de coraje, ésa mediocridad de carácter impide que un jugador ni siquiera intente regatear al rival.
Por éso admiro tanto al "mágico" que se hubiera gambeteado al réferi si se le hubiera puesto enfrente.
Una manera de corregir éste defecto, es jugar futbol sala o jugar "uno contra uno" en espacios reducidos durante los entrenamientos.
PIES PESADOS
Si saben hacer un buen cambio de juego desde una banda hasta la otra.
Si saben rematar de larga distancia con mala puntería, pero con potencia.
Si saben despejar el balón y rechazarlo.
Pero no saben hacer una vaselina, un taco, una "macheteada", controlar de primera, y a veces les es difícil devolver una simple pared.
Es lo que yo llamo tener "pies pesados" y la mayoría de jugadores salvadoreños tienen éste defecto y es lo que casi siempre les impide definir y anotar un gol.
Arturo Álvarez de la selección salvadoreña no tiene éste defecto. Tiene toque fino y se nota. Éso se debe a la clase de canchas en las que el jugador se ha formado.
Para "afinar" a un jugador, nada mejor que el futbol sala.
Son los defectos más grandes que veo en nuestro futbol y en nuestros futbolistas.