Dicen que casi todos tenemos una anécdota de él. Lastimosamente yo no lo vi jugar mucho. Pero un día cuando yo aún estaba en el colegio...
...Por cuestiones de estudios tuve que ir al estadio Oscar Quiteño a entrevistar a los jugadores de Club Deportivo FAS. De eso ya hace algunos ayeres. Pues bien, ahí estaba él, el mágico con su amado balón, tecniqueando y jugando con un niño. El resto del equipo estaba entrenando de verdad y no pude hablar con ellos ni entrar a la cancha.
En una de ésas, Mágico se sentó en la grama y comenzó a tecniquear sentado con no sé qué paz y tranquilidad y luego... lo imposible: lanzó el balón muy alto unos 15 ó 20 metros de altura... y lo recibió sin dejarlo caer al suelo. Continuó tecniqueando sentado, volvió a lanzar el balón e igualmente lo volvió a recibir, tres o cuatro veces lo mismo.
A la mañana siguiente regresé al estadio, ésta vez logré hablar con Fito Menéndez, Guillermo Rivera y William Renderos Iraheta para mi trabajo del colegio. Mágico estaba entrenando aparte en la parte más alejada de la cancha. Sólo.
Le hice señas para tratar de hablar con él... siguió jugueteando con el balón, se dio vuelta y con la mano me dijo que no. Yo lo entendí.
Cuando yo era pequeño, oía que la gente hablaba de él pero apenas y lo logré ver jugar. Comencé a verlo como un buen futbolista cuando, estuvo en la selección junto a Mauricio Cienfuegos, y los tres jugadores de FAS que mencioné antes.
Yo no alcanzaba a apreciar su fútbol, pero si vi que los tiros libres eran medio gol cuando él tiraba. Y por lo general hacía por lo menos un gol o una asistencia por partido.
Luego le perdí el rastro.
Yo crecí en una época en la que era difícil encontrar cosas de las que un salvadoreño pudiera sentirse orgulloso. No me avergonzaba mi nacionalidad, pero pensaba que mi país no tenía muchas cosas buenas. Recién veníamos saliendo de la época de guerra.
Siguiendo la trayectoria de Mágico González pude ver que él se sentía orgullosísimo de llamarse salvadoreño; le gustaba cuando en España le llamaban indio para tratar de ofenderlo desde las gradas. Y mientras más conocía al mágico, más descubría la riqueza de mi país en todos sus aspectos y porqué el Mágico ama tanto éste país.
Luego con el internet descubrí que gente de diferentes países admiraba el fútbol del mago, Incluso algunos que lo veían por primera vez. Y por primera vez pude ver algunas de sus legendarias jugadas, gracias al internet, menos una.
La más emblemática, la más depurada, la más exclusiva e invencible finta del Mágico: La culebrita macheteada. Una técnica misteriosa que Mágico aprendió de los brasileños y que muy pocos usaban y aún menos conocían.
Un día, en el siglo XXI, mientras veía un partido del Barcelona, a Ronaldinho se le ocurrió deslumbrar al mundo con ésa finta. Y como salvadoreño quedé estupefacto al pensar que aquélla era la misma finta que Mágico había ejecutado a la perfección a principios de los 80. Caí en la cuenta de que ningún jugador la había usado en España, desde que Mágico la usó por última vez.
Luego, mas tarde pude ver un video de Mágico haciendo un tunelito con la culebrita macheteada, y luego pude verlo haciendo la misma finta pero en dirección contraria o sea, invertida.
Aún tengo esperanzas de un día conocerle en persona.
Y vos ¿tenés alguna anécdota de Mágico González?
sábado, 5 de abril de 2008
EL MÁGICO
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